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tecnología de corte

cortes con espesores considerables y de gran calidad

Ofrecemos a nuestros clientes distintos métodos de corte obteniendo como resultado la minimización de tiempos en la realización de diseños y trabajos.

corte por agua

La tecnología de corte por agua tiene gran importancia en el sector aeronáutico y en el sector naval.  La gran ventaja de esta técnica es la capacidad de cortar materiales sin interferir en su estructura intrínseca.

El corte por chorro de agua consigue cortar cualquier material, haciendo impactar sobre éste un chorro de agua con un abrasivo a gran velocidad. La presión de trabajo supera los 4000 bares, y el agua al omento de impactar en la pieza alcanza una velocidad de 2450 Km/h.

Este método es un procedimiento en frío y permite que las piezas no se vean afectadas por la temperatura. Existen numerosas ventajas que hacen que este sistema destaque en la industria respecto a otros métodos más limitados, logrando cortar cualquier tipo de material (granitos, cristales, polímeros, metales…) con grandes espesores. Es una tecnología limpia, no contamina ni utiliza sustancias químicas.

corte por plasma

El corte por plasma se basa en elevar la temperatura del material a cortar de una forma muy localizada y por encima de los 20 000 °C, llevando el gas utilizado hasta el cuarto estado de la materia, el plasma, estado en el que los electrones se disocian del átomo y el gas se ioniza (se vuelve conductor).

El procedimiento consiste en provocar un arco eléctrico estrangulado a través de la sección de la boquilla del soplete, sumamente pequeña, lo que concentra extraordinariamente la energía cinética del gas empleado, ionizándolo, y por polaridad adquiere la propiedad de cortar.

oxicorte

El oxicorte es una técnica usada en innumerables aplicaciones industriales para realizar el corte de chapas, barras de acero al carbono de baja aleación u otros elementos ferrosos. También para  la preparación de los bordes de las piezas a soldar cuando son de espesor considerable. El oxicorte consta de dos etapas: en la primera, el acero se calienta a alta temperatura (900 °C) con la llama producida por el oxígeno y un gas combustible; en la segunda, una corriente de oxígeno corta el metal y elimina los óxidos de hierro producidos.

En este proceso se utiliza un gas combustible cualquiera (acetileno, hidrógeno, propano, hulla, tetreno o crileno), cuyo efecto es producir una llama para calentar el material, mientras que como gas comburente siempre ha de utilizarse oxígeno a fin de causar la oxidación necesaria para el proceso de corte.

Bien sea en una única cabeza o por separado, todo soplete cortador requiere de dos conductos: uno por el que circule el gas de la llama calefactora (acetileno u otro) y uno para el corte (oxígeno). El soplete de oxicorte calienta el acero con su llama carburante, y a la apertura de la válvula de oxígeno provoca una reacción con el hierro de la zona afectada que lo transforma en óxido férrico (Fe2O3), que se derrite en forma de chispas al ser su temperatura de fusión superior a la del acero, siendo utilizado como flujo tractor por la presión de oxígeno de unos 6 bar para producir el corte.